El Proyecto Hidroeléctrico El Quimbo es la primera represa que se planea construir en Colombia con 100% de capital privado, a cargo de la empresa trasnacional ENDESA-ENEL, por medio de su filial EMGESA, bajo la política de confianza inversionista que han promovido los últimos gobiernos, donde se dan todas las garantías a los privados en detrimento de los derechos de las comunidades vulneradas.
Este proyecto inundará potencialmente 8.250 hectáreas, las más fértiles de la región, en contravía de los panes de vida de cientos de comunidades de pescadores, jornaleros, cafeteros, tabacaleros, pequeños mineros y transportistas entre otros, que interactúan con el río Magdalena. Es por esto que, desde los inicios del proyecto en 2008, las comunidades han protestado y propuesto alternativas de desarrollo para la región sin ser escuchados por las autoridades nacionales, y atropellados por las acciones de la trasnacional que, en busca de aumentar sus ganancias, se ha esmerado por desconocer a buena parte de los y las afectadas y vulnerar sus derechos.