Directora Plataforma Sur
Las
elecciones atípicas para el año 2013 se mueven en un escenario riesgoso para
la ya débil democracia huilense. La destitución que de la gobernadora hiciese
la Procuraduría General de la Nación no obedece a una crisis coyuntural de la
clase política huilense, sino a un problema estructural, cuyos marcados síntomas
son las difusas relaciones entre poder económico, poder político, corrupción,
compra de votos y presencia de históricas castas de gamonales políticos.
No
la tiene fácil Carlos Mauricio Iriarte, el candidato de la llamada “Unidad Regional”, pues su ya asegurado
triunfo está precedido de las gobernaciones del conservador Luis Jorge
Pajarito Sánchez y la liberal avalada por el partido de la U Cielo González
Villa, quienes fueron sancionados, destituidos e inhabilitados para ejercer
cargos públicos por la Procuraduría General, por procesos de malversación de
recursos públicos y corrupción.
Lo que
demuestra la actual crisis de gobernabilidad en el departamento, es que los
partidos políticos se han convertido en cascarones sin contenido, simples
comodines de gamonales en el poder, que utilizan una u otra chapa, uno u otro
candidato para continuar con su inveterado dominio. Para cualquier demócrata
serio, la alianza entre los Partidos Liberal, Conservador, de la U y Polo
Democrático, sería un escándalo, ¿no se supone que cada uno de estos grupos
políticos enarbolan programas radicalmente diferentes? Aquí los que en el
pasado han contendido se unen, ya no en virtud de un Frente Nacional, sino en
virtud de una lógica de simple suma electoral. Los partidos muestran su
desgastado rostro programático, hacen una alianza en la que todos ganan y ¿Qué
gana la ciudadanía huilense?
El
nuevo gobernador debe tener la inteligencia para sintonizarse con la agenda
política nacional: política pública de tierras y territorio, impulso e
identificación de zonas de reservas campesinas y con las aspiraciones de las organizaciones
sociales que han construido una agenda para un Huila con derechos para todos. El
nuevo gobernador debe estar informado que las comunidades indígenas y campesinas
han acordado actos de gobierno a través de movilizaciones que terminaron en la
firma de actas de compromiso con la anterior gobernadora, que ahora él debe
cumplir.
Señor
Iriarte: a usted y al partido liberal se le abonan la persistencia, perdió
primero con el Conservatismo, insistió y perdió con el uribismo. Derrotado por
el exgobernador Jorge Pajarito Sánchez y posteriormente por Cielo González, hoy
destituidos e investigados. Su reto es grande y consiste en ponerle fin a esa
lógica política y librarse de la red de contratistas que se enquistaron en los
gobiernos anteriores. Ya usted hizo la alianza para ganar, ahora hágala para
gobernar con los más probos, pues el problema no es ganar, es gobernar con
honestidad.