CRÓNICA DE LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN LA MESA SUR Y ORINOQUÍA PARA CONTRIBUIR AL FIN DEL CONFLICTO


Relatos de Paz


En Florencia - Caquetá Se realizó la “Mesa Sur y Orinoquía de trabajo regional para contribuir al fin de conflicto”, bajo tres temáticas seleccionadas por el acuerdo de los puntos a discutir en los diálogos de Paz entre el gobierno y las FARC en La Habana: 1. Desarrollo Rural, 2. Participación Política y 3. Sustitución de cultivos ilícitos.

La Mesa Sur y Orinoquía pretende integrar las propuestas de paz que desde la sociedad civil emergen en los departamentos del Huila, Caquetá, Amazonas, Vichada y Vaupés. Las organizaciones sociales del Huila y Caquetá, convocadas por la ONU-PNUD para el 14 y 15 de noviembre en la capital caqueteña, asistieron masivamente; mientras la participación de Amazonas, Vichada y Vaupés fue débil, casi ausente en las Mesas de trabajo.


La ONU-PNUD funge como garante y facilitador de las “Mesas de trabajo para contribuir al fin del conflicto” a nivel nacional. Es su labor convocar a las organizaciones sociales de las regiones y coordinar el espacio y la metodología para plasmar las propuestas de paz de la ciudadanía en un documento. Esta organización ha sido contratada por el Congreso de la República para que las propuestas de la sociedad civil sean sistematizadas, las cuales, a través de los representantes del senado, llegarán a Cuba a la Mesa de diálogo entre el gobierno nacional y las FARC.

PRIMER DÍA: 14 de noviembre de 2012

Los hoteles disponen sus botones y recepcionistas para instalar a las delegaciones que llegan durante toda la noche, toda la madrugada. Inicia el despliegue logístico, se sirven los desayunos a primera hora de la mañana. Entre las 7 y 8 am, los mixtos recogen a los delegados en el parque principal de Florencia. Las palomas llenan el parque, los techos y balcones de la gobernación departamental y adornan las labores de vendedores de cigarrillos, tintos y dulces que se emplazan en la plaza que recibe las personas que se embarcan en los mixtos para asistir a las mesas de trabajo.   

En las afueras de Florencia un recinto campestre se dispuso como escenario. Al ingreso,     la Policía Nacional recibe a los participantes que se ubican en dos filas discriminadas por departamento: Huila y Caquetá, lo que resalta la ausencia, hasta el momento, de tres departamentos fundamentales: Amazonas, Vaupés y Vichada.

Un español, representante de Naciones Unidas busca en una lista los datos de cada participante, que luego pasa a la mesa de inscripciones y seguidamente al registro de antecedentes penales por parte de la Policía, que utiliza un escáner de huella. De esta manera las fuerzas oficiales dan la bienvenida de manera discriminada a quienes consideran que puedan ser susceptibles de tener asuntos pendientes con la ley o de quedar registrados en sus bases de datos. El procedimiento empadrona a los líderes sociales y políticos que  atendieron la invitación del gobierno nacional y la ONU para buscar una alternativa al conflicto colombiano.  Nos preguntamos si ¿Deben estar militarizados los escenarios de la sociedad civil para la paz?, o si ¿Acaso las comunidades indígenas, campesinas, afrocolombianas, indígenas, ciudadanas y ciudadanos en general representamos peligro o sospecha cuando pretendemos hablar de paz y propuestas de paz?

El trabajo de las Mesas temáticas fue exhaustivo. Luego del inicio oficial por parte de los funcionarios de la ONU, se dividió la asistencia en  tres mesas temáticas de trabajo de acuerdo a los tres temas principales: 1. Desarrollo Rural (que consto de 3 mesas), 2. Participación Política (que constó de 3 mesas) y 3. Sustitución de cultivos ilícitos (que constó de 1 mesa).

El escenario fue participativo, en la medida que lo permitía la metodología propuesta por la ONU, que radicó en plantear propuestas concretas que iban quedando en la relatoría que al final condensaría todas las propuestas de la mesa. Una de las ideas clave que marcó el debate en cada una de las mesas fue la exigencia de la participación directa de las organizaciones sociales en los Diálogos de Paz en La Habana y, en consecuencia, el planteamiento de la ilegitimidad del congreso nacional para representar a la sociedad civil en los diálogos.

En las Mesas de Desarrollo Rural se plantearon los temas estructurales que originan el conflicto agrario Colombiano como los despojos de tierras, el campesino sin tierra, la minifundización al lado del desmedido latifundismo, los monocultivos, la existencia de tierras ociosas acumuladas por empresarios, multinacionales, narcotraficantes y paramilitares; la ausencia del Estado Social de Derecho en los campos colombianos y la excesiva presencia militar que se relaciona con las violaciones sistemáticas de los derechos humanos, la pobreza y la falta de comunicación. 

Las organizaciones sociales fueron propositivas y plantearon la creación de Zonas de Reserva Campesinas en el Huila, Caquetá y Meta; la construcción de Agendas de Desarrollo Rural y Paz que sirvan como ruta para los futuros Planes de Desarrollo y planes de vida campesinos; así como la convocatoria, como constituyente primario, a las Asambleas Constituyentes para la paz con un enfoque territorial y dirigido por las organizaciones sociales. También se propuso la consulta directa a las comunidades campesinas y el cumplimiento de la legislación de la consulta directa a las comunidades indígenas y afrocolombianas para la realización de los proyectos que afecten la tierra, los territorios y la territorialidad de campesinos y etnias.

En las Mesas de Participación Política se propuso la construcción social de políticas públicas, donde las comunidades tengan participación, lo cual puso de relieve también la construcción de las Agendas de Desarrollo Rural y Paz que tracen la hoja de ruta de las políticas públicas, tales como los Planes de Desarrollo. También estuvo presente la propuesta de las Asambleas Constituyentes; el fortalecimiento de los medios de comunicación comunitarios; la formación en ciudadanía y derechos humanos tanto para la sociedad civil como para funcionarios públicos y fuerzas del Estado; el cese bilateral al fuego; financiación a proyectos que emergen de las comunidades. Todas las propuestas con un enfoque que garantice la participación política de la oposición. No obstante, al final se resalta que lo que subyace a la participación política de la ciudadanía es la satisfacción de las necesidades básicas tales como educación, salud, empleo, vivienda digna, alimentación, recreación y cultura, lo cual posibilite una idónea participación ciudadana. De ahí que sea urgente garantizar derechos constitucionales mínimos, pues la pobreza limita el ejercicio de la ciudadanía y, por tanto, la participación política.
El trabajo finaliza, en cada mesa son escogidos los voceros que leerán al día siguiente la relatoría de sus respectivas mesas a los congresistas de la comisión de paz.

SEGUNDO DÍA: 15 de noviembre de 2012

Cruzan por el recinto todas las gentes en movimiento de todas las latitudes del sur y la Orinoquía. Entre ellos se camuflan policías, escoltas, militares, civiles con armas largas, congresistas, medios de comunicación. Hay expectativa, ánimo generalizado, lobby político, relaciones públicas; el presidente del Congreso se toma la foto con el indígena, él le regala una mochila; algunos abordan al Director de Naciones Unidas; el evento empieza por fin.

Algunos mandatarios y parlamentarios intervinieron con discursos pre elaborados, leídos, repetitivos. El senador Jorge Eduardo Gechem lee que va a ser todo lo que esté a su alcance por la paz. La alcaldesa de Florencia lee que la alcaldía aportará en la construcción de una paz duradera. El gobernador del Caquetá lee que es necesario silenciar a los medios de comunicación que le hacen publicidad a la guerra, etc.

Más pertinentes fueron las palabras de Iván Cepeda que pidió paciencia, confianza y ponderación en los actuales diálogos de paz que no son fáciles pero a los que hay que apostarle para la superación del conflicto en Colombia; seguidamente rechazó los actos de empadronamiento del día anterior. Al respecto, el presidente del senado, Roy Barreras, afirmó que las Mesas de trabajo son para construir la paz no para revisar antecedentes penales; la senadora Gloria Inés Ramírez afirmó que garantizarían el retorno seguro de todos los asistentes a sus casas.

Los voceros expusieron las propuestas de cada mesa de trabajo. Luego, un representante del Comité Permanente de Derechos Humanos del Huila leyó la denuncia pública de los actos de empadronamiento a los que fueron sometidos los invitados de las organizaciones sociales al evento. Y, por último, se expuso la Plataforma de propuestas de paz, concretas y detalladas de algunas organizaciones sociales. Entre ellas se expuso la propuesta de las Agendas de Desarrollo Rural y Paz, impulsada por Plataforma Sur de Organizaciones Sociales y la Asociación de Trabajadores Campesinos del Huila.

Una Imagen de la Paz

“…Con ímpetu se levanta la mujer indígena Caqueteña. Sus ojos certeros y profundos se esconden bajo las alas del sombrero rodeado de tejidos y cintas rojas y verdes con las palabras que rezan  "GUARDIAS INDÍGENAS, GUERREROS MILENARIOS”.

La piel cobriza se riega por los cabellos negros de la noche amazónica, que se extiende por su cuerpo vestido de azul-verde marino y un imponente abrigo de tierra amarilla, café, rojiza, cobriza la piel guerrera, ancestral de la fuerza indígena que la palabra se toma para proponer una política de desarrollo integral para la paz, la existencia de territorios colectivos integrados por campesinos e indígenas a través de la expropiación y redistribución de las tierras ociosas que deben ser asignadas a los campesinos sin tierra y jornaleros de Colombia…”.

Somos Amazonía, somos flora y fauna, somos gentes en ejercicio político, somos constituyente primario, somos la voz de la paz. Es por ello que proponemos  modelos integrales y humanos para los proyectos de vida, donde el desarrollo pueda planificarse desde las comunidades, localidades y regiones, coherentes con nuestras prácticas ancestrales y culturales agrarias de campesino, indígenas, afrocolombianos, expresiones que nos hace un pueblo multicultural y diverso, protector de la naturaleza y el medio ambiente.