Directora Plataforma Sur
En esta coyuntura política, signada por la agenda de la Habana y el crecimiento cada vez mayor de la sociedad civil que clama solución política-negociada del conflicto, surge desde los movimientos Marcha Patriótica y Congreso de los Pueblos, sumado el movimiento Progresistas, la iniciativa de hacer una concentración que recupere la memoria histórica de la que por iniciativa del partido liberal, presidido por Jorge Eliecer Gaitán, se realizara el 7 de febrero de 1948.
Como respuesta, la extrema derecha llama al sabotaje y a la oposición, que hoy tiene del mismo lado a los expresidentes Uribe y Pastrana, mientras el Santismo, tomado por sorpresa, no logra armar equipo para jugar por el medio y prefiere no dejarse contar, sumándose a la iniciativa de la izquierda, aún a riesgo de aparecer como promotor de la marcha, que en otro momento habría calificado de inspiración guerrillera.
Este 9 de abril, como hace 65 años en la multitudinaria “marcha del silencio”, donde los excluidos clamaron apertura política y participación ciudadana, volverán a la plaza de Bolivar, los movimientos campesinos y regionales con la llave de la paz a concitar la opinión urbana y a reclamar desarrollo rural y reforma política. Puntos contemplados en la agenda de negociación. ¡Que poco ha cambiado el sistema político!, la diferencia es que hoy la herencia del caudillo, está distribuida en liderazgos nacionales y regionales con importante participación juvenil.
Este 9 de abril, si la toma de Bogotá logra las 120.000 personas que anuncian sus promotores, condensará fuerzas acumuladas en un movimiento popular en la cresta de la ola, que con presidente del país y alcalde de Bogotá a bordo, constituye una ganancia estratégica a la derecha.Conspirando quedarán los enemigos de la paz, atrás y en el olvido su marcha del 4 de febrero del 2008, como grito inútil de guerra contra las FARC, que no resistió los anhelos de paz de los colombianos.
Este 9 de abril del 2013, como la marcha del silencio del 7 de febrero de1948,con una inmensa muchedumbre, pronunciando la segunda oración por la paz, presiento, pasará a la historia como la fecha que se constituye en el punto de quiebre de la coyuntura política nacional actual.
La negociación entre el Gobierno y la fuerza insurgente FARC-EP debe llegar a buen puerto para que se conjure la miseria, el país sueñe, los ciudadanos disientan y los jóvenes sonrían. Como artesan@s de la paz, recordaremos a Gaitán: “¡Malaventurados los que en el gobierno ocultan tras la bondad de las palabras la impiedad para los hombres de su pueblo, porque ellos serán señalados con el dedo de la ignominia en las páginas de la historia!”
En esta coyuntura política, signada por la agenda de la Habana y el crecimiento cada vez mayor de la sociedad civil que clama solución política-negociada del conflicto, surge desde los movimientos Marcha Patriótica y Congreso de los Pueblos, sumado el movimiento Progresistas, la iniciativa de hacer una concentración que recupere la memoria histórica de la que por iniciativa del partido liberal, presidido por Jorge Eliecer Gaitán, se realizara el 7 de febrero de 1948.
Como respuesta, la extrema derecha llama al sabotaje y a la oposición, que hoy tiene del mismo lado a los expresidentes Uribe y Pastrana, mientras el Santismo, tomado por sorpresa, no logra armar equipo para jugar por el medio y prefiere no dejarse contar, sumándose a la iniciativa de la izquierda, aún a riesgo de aparecer como promotor de la marcha, que en otro momento habría calificado de inspiración guerrillera.
Este 9 de abril, como hace 65 años en la multitudinaria “marcha del silencio”, donde los excluidos clamaron apertura política y participación ciudadana, volverán a la plaza de Bolivar, los movimientos campesinos y regionales con la llave de la paz a concitar la opinión urbana y a reclamar desarrollo rural y reforma política. Puntos contemplados en la agenda de negociación. ¡Que poco ha cambiado el sistema político!, la diferencia es que hoy la herencia del caudillo, está distribuida en liderazgos nacionales y regionales con importante participación juvenil.
Este 9 de abril, si la toma de Bogotá logra las 120.000 personas que anuncian sus promotores, condensará fuerzas acumuladas en un movimiento popular en la cresta de la ola, que con presidente del país y alcalde de Bogotá a bordo, constituye una ganancia estratégica a la derecha.Conspirando quedarán los enemigos de la paz, atrás y en el olvido su marcha del 4 de febrero del 2008, como grito inútil de guerra contra las FARC, que no resistió los anhelos de paz de los colombianos.
Este 9 de abril del 2013, como la marcha del silencio del 7 de febrero de1948,con una inmensa muchedumbre, pronunciando la segunda oración por la paz, presiento, pasará a la historia como la fecha que se constituye en el punto de quiebre de la coyuntura política nacional actual.
La negociación entre el Gobierno y la fuerza insurgente FARC-EP debe llegar a buen puerto para que se conjure la miseria, el país sueñe, los ciudadanos disientan y los jóvenes sonrían. Como artesan@s de la paz, recordaremos a Gaitán: “¡Malaventurados los que en el gobierno ocultan tras la bondad de las palabras la impiedad para los hombres de su pueblo, porque ellos serán señalados con el dedo de la ignominia en las páginas de la historia!”