FORO AGRARIO EN EL MARCO DE LAS NEGOCIACIONES DE PAZ: LA IMPORTANCIA DE LA SOCIEDAD CIVIL

El Foro Agrario que se realizó en la ciudad de Bogotá, del 17 al 19 de diciembre, en el marco de las negociaciones de paz entre el gobierno y la guerrilla de las FARC, abre la puerta a que la sociedad civil participe directamente de los diálogos y pone sobre el tapete los análisis políticos y las propuestas del campesinado colombiano. 

Este evento fue un espacio administrado logisticamente por la ONU y la Universidad Nacional, que acogió a diferentes organizaciones sociales que incluyen sectores campesinos, indígenas y afrocolombianos que han venido trabajando en aras del desarrollo rural del país. 


Participaron campesinos de todas las regiones del país, quienes tuvieron la oportunidad de expresar sus puntos de vista sobre el problema agrario y, a su vez, plantearon propuestas claras para el desarrollo rural. Estos planteamientos de la sociedad civil se constituyen en una herramienta importante para enrutar la salida al conflicto, ya que el análisis político de quienes cotidianamente sufren el problema de la tierra coadyuva a la comprensión de la problemática a resolver. 

El Foro Agrario se realizó, dejando la sensación general de haber sido un buen ejercicio democrático, donde los puntos de vista de los que han sufrido el problema agrario y la violencia en el país, pudieron ponerse sobre la mesa para dialogar y debatir al respecto. Sin embargo, el Foro se llevó a cabo con la ausencia de invitados importantes para el debate y el diálogo, como el gremio de los ganaderos, que ha sido uno de los principales concentradores de tierra en el país. Lejos de escuchar y debatir con argumentos en el ágora pública generada por las negociaciones de paz, el presidente de Fedegan, vocero de los ganaderos, prefiere mantenerse soberbio al no asistir al evento y al pronunciarse negativamente frente al mismo en los medios. 

Por su parte, los medios masivos de comunicación tradicionales hicieron su trabajo: desinformaron, crearon confusión y distorsionaron la realidad. Para esta tarea, por lo general se utilizan noticias vanas y otras veces idealizadas, que mantienen en un distanciamiento al campesino del citadino y no dejan ver la realidad de la población rural. Sin embargo, el Foro dejó ver que esa población a la que el Estado margina y la ciudad desconoce, no solo no ignora sus problemas, sino que los analiza y propone alternativas y soluciones a estos. 

El tema agrario además de ser una deuda histórica, pasa por ser un crédito difícil de saldar, pues parece que los dueños de la tierra en Colombia no están dispuestos a posibilitar una desconcentración de la riqueza y, por el contrario, protegerán sus propiedades, que han sido conseguidas a través de un sistema político-económico injusto y corrupto. 

Los campesinos afirman que el desarrollo rural es la paz y que el conflicto colombiano está enraizado en la ausencia de derechos para el campesinado, pues las comunidades rurales no han tenido oportunidades económicas y políticas para desarrollar sus planes de vida. Así, mientras la política principal del gobierno siga siendo la guerra, la concentración de la riqueza, la condescendencia con los grandes grupos económicos, la corrupción, el clientelismo y el nulo aporte para el desarrollo rural, el conflicto se seguirá perpetuando. 

En definitiva, la participación de la sociedad civil va a ser fundamental en el proceso de negociación gobierno-FARC. EL foro fue un primer paso que deja como tarea a la ciudadanía pensarse un país y plantearlo francamente, en autoreconocimiento como sujetos políticos y actores de un conflicto que no solo le compete a los que han hecho la guerra. No se trata solamente de ganar la guerra o silenciar los fusiles, mientras continúe la pobreza, la desigualdad, la corrupción y el despotismo de una clase que se esconde tras los cargos públicos, seguirá existiendo un conflicto social que perpetuará el conflicto armado. Los diálogos de paz, con la participación y el reconocimiento de la sociedad civil, es el espacio para reconocer los derechos sociales pendientes que permitan la concreción efectiva del Estado Social de Derecho.

Por: Piero Silva
Politólogo
Plataforma Sur