Diario del Huila estigmatiza a mujeres actoras políticas y confunde a los lectores

“Revoltosos importados” se titula la especulación parcializada y apasionada que pretende ser noticia en el Diario del Huila fechado el domingo 21 de octubre del 2012. Con este titular el mentado diario hace su balance de lo que ha sido el ejercicio ciudadano más importante de los últimos tiempos en el departamento.
 
En el link http://xurl.es/revoltososimportados, se puede leer la noticia con la que dicho diario huilense pretendía informar sobre el paro acaecido en el departamento del Huila, que movilizó a cerca de 16.000 campesinos por las carreteras del departamento desde el 9 de octubre al 17 del mismo mes; paro en el que los campesinos se movilizaron para exigir el cumplimiento de mínimos derechos que les han sido negados durante tanto tiempo y que hoy, por lo menos en el discurso, el gobierno nacional reconoce como deuda histórica con este sector de la población. Como resultado se logró una firma de acuerdos entre el gobierno departamental y los negociadores del campesinado después de surtir el respectivo tire y afloje político. La dilatación de las mesas de negociación, la omisión de las responsabilidades de los gobernantes al no atender a la ciudadanía que en masa reclamaba sus derechos, la represión estatal, fue la constante en el proceso de negociación política.



Pero nada de esto informa el periódico. Como una ecuación ya repetida, como una versión comodín ya utilizada, como un formato minerva para redactar noticias, el diario hace la tarea: los ciudadanos son unos rebeldes sin causa, revoltosos a secas y protestantes tirapiedra, mientras los gobernantes son condescendientes, filántropos y agiles administradores del aparato estatal.
 
Es menester informarle al Diario del Huila que si hay marchas, movilizaciones y paros en el departamento no es por la buena administración de los gobernantes en turno sino por precisamente lo contrario. Si hay marchas, movilizaciones y paros es porque no hay acceso a los derechos y, si no hay acceso a los derechos es porque los gobernantes no están cumpliendo con el trabajo para el cual fueron contratados y elegidos por el pueblo soberano. Es por ello que para exigir a los funcionarios públicos a que cumplan con sus responsabilidades legales la ciudadanía marcha, protesta y dialoga.  
 
Para el periodismo provinciano resulta que el ejercicio de ciudadanía merece el apelativo de revoltoso, que la exigencia de elementales derechos constitucionales es susceptible de señalamientos a quienes reclaman.  Como un periódico que caza brujas, que señala, que incrimina, se está comportando el Diario del Huila al pretender mezclar dos hechos distintos en una misma noticia, confundiendo los disturbios acaecidos en la universidad Surcolombiana con el paro campesino y a su vez implicar de manera soterrada la actuación profesional de la abogada Erika Ramírez y los negociadores de los campesinos indignados.
 
Es malintencionada la redacción de la nota al señalar a la abogada como tirapiedra y revoltosa importada, además de atentar contra su intimidad y su condición de mujer al pretender describirla físicamente y catalogar sus comportamientos en tanto ser sexuado. Esta es una grave violación a los derechos de la mujer, pues antes de entender a la abogada en su ejercicio profesional se le observa con morbo, no como defensora y abogada de ciudadanos sino como mujer provocadora de hombres.
 
El título de “Revoltosos importados”, bajo el cual están relatados los hechos de la Semana de la Indignación, parece aludir al origen antioqueño de la abogada Ramírez; baste afirmar que la labor jurídica no es una labor de revoltosos, que esta afirmación es estigmatizadora del ejercicio del jurista y que pone en peligro la vida e integridad de la abogada. Lo que debe verse como un aporte que se le hace a la región desde su persona y su lugar de origen, denota por el contrario un regionalismo resentido de parte del periódico.
 
La desinformación generada por el lamentable periódico continúa además por declarar a la abogada Ramírez como pupila de Piedad Córdoba, afirmación absolutamente falsa. ¿De dónde saca la información este diario? ¿Cuál es su intención? ¿Cuál es el ánimo de relacionar a la abogada Ramírez con Piedad Córdoba y, sumado al revuelto, a Belén Alarcón? Todo en un mismo saco. Resulta evidente el ánimo del periódico, que en lugar de informar pretende señalar y suscitar, pues por adhesión la persecución de la que es víctima la exsenadora Piedad Córdoba se transmite a quien se relacione públicamente con ella. Con la susodicha nota el Diario del Huila da indicios de persecución política, hecho grave para el papel de los medios que debe ser siempre imparcial, ese tercero que observa e informa con la responsabilidad de una investigación rigurosa, pues está cumpliendo una función de difusión masiva de la información que debe ajustarse a lo contemplado en artículo 20 constitucional.
 
También resulta particular que el periodista considere que proponer modificaciones al presupuesto del departamento es un extremo, a sabiendas de que la participación ciudadana en las destinaciones presupuestales es la base de las democracias participativas modernas y es un derecho de carácter constitucional.
 
Triste que en pleno siglo XXI para el Diario del Huila los que exigen sus derechos sean revoltosos, que la imagen de la mujer se vea reducida a sus cualidades sexuales y provocaciones masculinas que pueda suscitar, que los campesinos no tengan el derecho a ser defendidos y asesorados por profesionales, pues ante la sapiencia y fuerza de sus voceros y asesores estos son señalados y puestos en entredicho.  ¿A que le teme el Diario del Huila? ¿Qué defiende? ¿A quién o quiénes sirve al atacar a la ciudadanía huilense?
Se le recuerda a este periódico que informa en la jurisdicción de un Estado Social de Derecho y como tal debe ser capaz de entender el ejercicio de la política a la luz del mandato constitucional. Se le informa al periódico que lo que sucedió en la semana del 9 al 17 de octubre fue una movilización campesina en el ejercicio legítimo de los derechos constitucionales; se le informa también que todo ciudadano colombiano tiene derecho a ser defendido y que una de las funciones del abogado(a) es defender, negociar, servir de puente entre la sociedad y la institucionalidad con sus conocimientos sobre el derecho y el Estado. Por último, se le informa al Diario del Huila que no estamos en el feudalismo, ni en la monarquía. Que la monarquía fue derrocada para declarar un Estado de derecho en donde los gobernantes son servidores públicos, elegidos por los ciudadanos de la nación y que, por tanto, pueden exigirle a estos el cumplimiento del mandato constitucional.
 
Por el derecho a la información, en cumplimiento del mandato constitucional, el Código de ética del periodista y por la función pública que desempeña, en el término de la distancia el Diario del Huila debe rectificar su noticia.
 
Esperamos que el Diario del Huila y el periodismo regional recuperen su discernimiento, la sindéresis y la capacidad de comprensión de la realidad. ¿Cuándo objetarán a sus oriundos tiranos?
 
Para Plataforma Sur de Organizaciones Sociales y el Centro de Estudios Regionales del Sur – CERSUR es un orgullo contar con profesionales e investigadoras de las cualidades de Erika Ramírez. ¡Gracias Erika por estar en el Huila y en el sur colombiano!




Firman:
Plataforma Sur de Organizaciones Sociales
Centro de Estudios Regionales del Sur - CERSUR