DECLARACIÓN POLÍTICA DEL 12 DE OCTUBRE

Neiva, Huila.



El 12 de Octubre, día de la tierra, es el día señalado para que las comunidades se junten para movilizarse y hacer sentir que el pueblo organizado resiste. Esta vez, don Juan y Rigoberto, Rosa María y Enelia, el río, los pueblos aborígenes y afrodescendientes, salen a las calles a exigir el reconocimiento de sus derechos, a defender su territorio, su participación efectiva en el proceso de paz que adelantan las insurgencias y el gobierno y un cese bilateral al fuego, para que todos y todas en las calles de esta nuestra Colombia, nos pensemos el país que soñamos, un país digno, con tierra, justicia y paz.  En las carreteras  de Colombia al son de rajaleñas estarán nuestros calderos, tambores, bastones de mando, nuestras consignas, nuestra memoria. Este 12 de Octubre de 2012, el país se declara indignado.


Durante la última década las organizaciones defensoras de derechos humanos que defienden la vida, las organizaciones de trabajadores de todas las ramas de la producción, los jóvenes estudiantes y trabajadores que luchan por una educación digna, los indígenas, los afrodescendientes y campesinos que protegen la naturaleza y dan vida a los territorios rurales, los académicos e intelectuales desde la universidad y los centros de pensamiento, venimos encontrándonos en diferentes espacios de discusión, de movilización y resistencia, así como en espacios de construcción de poder territorial desde las comunidades para ser los colombianos los que construyamos  un país diverso, colorido, sin pobreza, incluyente y respetuoso de todas las culturas, desde la UNIDAD de todos y todas.
La semana de la indignación es el más grande llamado a encontrarnos en las calles, en los espacios comunitarios, los medios de comunicación, para expresar la indignación que a todos nos invade producto de la guerra que desconoce el poder del pueblo, la corrupción que nos mantiene sumidos en la miseria, el abuso de los medios masivos de comunicación que nos creen desinformados e ignorantes. Contra todo esto los colombianos, los niños y las niñas, los jóvenes, las mujeres de todas las edades, los hombres débiles y fuertes, los indígenas, los negros, blancos y en fin, ciudadanos de todos los colores, ideologías y creencias religiosas nos levantamos para construir un nuevo país.

Todas las movilizaciones anteriores nos han dejado un acumulado que nos han permitido construir un mandato popular, que poco a poco vamos transformando en una apuesta de modelo de desarrollo alternativo con vocación de poder.

Los huilenses nos indignamos y nos movilizamos por:

  1. El derecho a la vida, plenas libertades democráticas y respeto a los derechos humanos.

  1. La defensa del territorio, el río magdalena, la seguridad alimentaria, los afectados por la política minero energética y los agronegocios del actual gobierno, la suspensión inmediata de las licencias ambientales a los proyectos El Quimbo y la Emerald Energy para la explotación petrolera en el páramo de Miraflores.

  1. La suspensión del Plan Maestro de Aprovechamiento del río Magdalena y, específicamente, la no construcción de nuevas represas en el Huila.

  1. El respeto a los derechos de las comunidades indígenas y el respaldo a la solución política del conflicto armado que garantice, entre otros, el control soberano y autónomo de nuestros territorios.

  1. La concertación de una política pública de acceso a la tierra con las organizaciones campesinas.

  1. La expulsión del ordenamiento jurídico de las resoluciones que crean las Áreas Estratégicas Mineras, ante la violación y grave amenaza de los derechos fundamentales.

  1. La garantía de un precio fijo para la compra y venta del café, precios justos de agro insumos y un subsidio de cosecha cafetera para los pequeños productores de café, que garantice el desarrollo económico de los caficultores del Huila, por una salida definitiva a la crisis cafetera.

  1. El rechazo total al plan departamental de aguas y a la ley 142 de 1994, que privatiza los acueductos comunitarios y convierte el agua en una mercancía y no en un derecho fundamental para todos los ciudadanos.

  1. La derogatoria inmediata de la Ley 100 de 1993 y construcción colectiva de una ley de salud gratuita, pública y humana.

  1. Una infraestructura vial digna para el libre transito por el departamento del Huila.

  1. Una educación básica, media y superior de calidad y verdaderamente gratuita.

  1. La declaratoria de Parque Natural Regional la Tatacoa, que elimina la actividad agropecuaria en más de 35.000 hectáreas pertenecientes a los municipios de Villavieja, Tello y Baraya, lo que desplazaría una cultura ancestral de más de 500 años. Por eso exigimos que sea reconocida la cultura campesina de Tatacoa y su relación estrecha con el territorio que habita, cualquier intento de desplazamiento o reubicación de estas personas será rechazado. El Plan de Manejo Ambiental, la Estructura de Ordenamiento Territorial  y demás leyes que regulen el territorio serán construidas de manera concertada con las comunidades reunidas en el Comité de afectados por la Declaratoria de Parque Regional Natural.

  1. Entrega de una casa campesina en comodato a la Asociación de Trabajadores Campesinos del Huila (ATCH), en la ciudad de Neiva. Este será el lugar de encuentro de las organizaciones campesinas del departamento donde se difundirá su cultura e identidad.

  1. Derogatoria de la resolución 187 de 2006 del Instituto de Crédito Agropecuario que privatiza las semillas tradicionales campesinas y criminaliza a los campesinos que no compren semillas certificadas.

  1. Cumplimiento inmediato de los acuerdos firmados entre el gobierno nacional y las organizaciones campesinas e indígenas CRIHU, ATCH, ASOQUIMBO, en ejercicio del legítimo derecho a la protesta.

  1. Exigimos el pago inmediato de los 23 mil millones de pesos que le adeuda la gobernación del Huila a la Universidad Sur Colombiana.

  1. Exigimos una solución de vivienda digna para las 362 familias del municipio de la Plata que fueron desalojadas violentamente el 25 de Septiembre cuando buscaban el reconocimiento de sus legítimos derechos constitucionales, además una solución de acceso a tierras real para 150 familias que presentaron proyecto de adjudicación al INCODER, del mismo municipio.  

La Colombia que soñamos tiene identidad y respeto por sus hijos, cuida de nuestras montañas, ríos, animales y flora, exalta el valor estratégico de los trabajadores humildes y protege a nuestros hijos para hacer de ellos hombres y mujeres libres, dignos y orgullosos de una nación donde el odio, la violencia y la mezquindad impuesta por los poderosos haya sido superada.    

Y A TI, ¿¿¿QUÉ TE INDIGNA????

CONVOCAN:

MARCHA PATRIOTICA

CONGRESO DE LOS PUEBLOS

RED PROYECTO SUR

ASOQIMBO

COORDINADOR NACIONAL AGRARIO

PLATAFORMA SUR DE ORGANIZACIONES SOCIALES